Usar eficientemente el dinero implica simplemente hacer que rinda más.

Para ello, debes poner en movimiento una serie de estrategias enfocadas en que tus ingresos sean compatibles con la vida que tienes y que quieres.

El dinero se nos acaba cuando:

  • Gastamos en exceso
  • No tenemos el control ni registro de nuestros gastos
  • Utilizamos de manera desmedida los créditos
  • Actuamos sin informarnos
  •  Nos dejamos llevar
  • No tenemos claro qué hacemos con nuestros ingresos ni objetivos de ahorro o inversión
  • Tenemos prisa
  • Malentendemos las expresiones “yo lo valgo” y “me lo merezco”.

La próxima vez que te enfrentes a una situación que consideras que pone en riesgo tu dinero para la semana, tu quincena o tu ahorro analízalo así:

¿Es necesario o sólo es un antojo?, ¿puede esperar o es indispensable hacerlo ya?, ¿cómo y por cuánto tiempo afectará mis planes y metas?

Con base en estas preguntas, construye tus estrategias para usar tu dinero de manera eficiente y más inteligente.